

Cuando pudimos contemplar el glacial vimos que era impresionante el brazo de hielo que bajaba por la montaña con sus tonalidades azules, lástima que no pudimos acercarnos mucho, había un cartel que lo prohibía por que había peligro de desprendimiento de trozos de hielo. Hubo quien se atrevió. En julio incluso se puede pasear encima del hielo sin peligro.


De regreso al coche nos encontramos con este refugio con el tejado cubierto de hierba, muy integrado en el paisaje y no faltó poder ver algún troll escapado de los cuentos infantiles noruegos.


Pasamos la noche en Stryn una localidad turística de 1150 habitantes, el hotel estaba situado a la orilla del río.


Antes de llegar a Stryn nos encontramos con estos maravillosos paisajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario