Museos del Vaticano

Estamos en el Patio Octógono donde hay unas destacadas estatuas, como Laocoonte y sus hijos, una obra de 2'45 m. de altura hecha de mármol, una de las estatuas más famosas que se puede ver es Apolo del Belvedere, copia romana del siglo II d.C. de un original griego en bronce, atribuido a Leojares (330-320 a.C.), colocado en el Ágora de Atenas. Representa al Dios de la belleza, con un brazo extendido para sostener probablemente un arco, y una flecha en la otra mano. Durante el período neoclásico fue tomado como ejemplo de perfección formal y de virtuosismo técnico y fue llevado al Vaticano por decisión de Julio II.



Pasada la escalera Bramante entramos en la Sala Redonda, fue construida por Michelangelo Simonetti con pleno gusto neoclásico a fines del Settecento, la cúpula con 21,60 metros de diámetro, imita a la del Panteón.



En el centro se encuentra una gran pila redonda, monolítica de pórfido, con anchura de casi cinco metros, situada antes en la Domus Aurea y colocada aquí a finales del Settecento.



Muy sugestiva es la figura de Hércules en bronce dorado de finales del siglo II d. C., hallado cerca del Teatro de Pompeyo, y el mosaico del siglo III de las termas de Otricoli (localidad de la región de Umbría).



Al salir encontramos la sala de la Cruz Griega con sus dos figuras egipcias custodiando la Sala Redonda



En frente esta la Escala Simonetti

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