Cruzamos la Via del Corso y pronto llegamos a la fuente más famosa de Roma, La Fontana di Trevi con 25,9 m de alto y 19,8 de ancho es la mayor y más ambiciosa de las fuentes barrocas de Roma.
En el 19 a. C., los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a sólo 22 km de la ciudad y construyeron uno de los acueductos que suministraban agua a Roma.
El golpe de gracia a la vida urbana de la Roma clásica tardía fue la rotura de los acueductos por parte de los asediadores godos. Los romanos medievales quedaron reducidos a sacar agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como cloaca.
Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma directamente hasta los Baños de Agripa y fue usada durante más de cuatrocientos años. En 1453, el Papa Nicolás V terminó de reparar el acueducto Aqua Virgo y construyó una simple pila, diseñada por el arquitecto humanista Leon Battista Alberti, para anunciar la llegada del agua. La costumbre romana de construir una bella fuente al final de los acueductos que traían agua a la ciudad fue resucitada en el siglo XV, con el Renacimiento. En 1625 el papa Urbano VIII, encontrando la fuente anterior insuficientemente, pidió a Bernini que esbozase posibles renovaciones, La Fontana de Trevi fue terminada en 1762 por Giuseppe Pannini.
El telón de fondo de la fuente es el Palacio Poli, al que da una nueva fachada con un orden gigante de pilastras corintias que enlazan las dos plantas.
Domando las aguas es el tema del gigantesco proyecto, mezclando agua y roca tallada, hasta llenar la pequeña plaza. El nicho o exedra central enmarcando a Neptuno tiene columnas exentas para mejores luces y sombras. En los nichos flanqueando a Neptuno, Abundancia vierte agua de su urna y Salubridad sostiene una copa de la que bebe una serpiente. Encima, unos bajorrelieves ilustran el origen romano de los acueductos. Dos tritones guían la carroza en forma de concha de Neptuno, domando sendos caballos de mar.(Información extraida de Wikipedia).
Aquí el guia nos dejó reposar un poco en la escalinata que hay frente la fuente y pronto nos teniamos que retirar al hotel. Pero nosotros preferimos volver al hotel con taxi y ver Roma de noche.
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