Milan: Castillo Sforzesco,El Duomo,La galeria Vittorio Emanuele,La Scala i el Palacio Marino

Llegamos a Milán.
Milán es el motor de la economía nacional, aunque no está en manos del turismo. Entre los tesoros que resistieron los daños ocasionados durante la Segunda Guerra Mundial figuran su elaborada catedral, La última cena de Leonardo da Vinci, el teatro de la ópera La Scala y el Castello Sforzesco. De todas formas lo que distingue la ciudad es su creatividad.

Era la hora de comer y nos fuimos a un restaurante cerca del Castello Sforzesco



Paseando por la Via Dante en dirección a la Piazza dei Duomo encontramos la Piazza Cordusio, rodeada de instituciones administrativas, bancos y comercios de todo tipo.


Antes de llegar al final de la calle que estaba llena de gente, ya se percibe la suntuosa catedral



Y por fin aparece completo el Duomo de Milán, la bellisima catedral, la tercera mas grande de Europa, esta visión en mármol de Candoglia teñido de rosa fué encargada en 1386 por Gian Galeazo Visconti y puede alojar hasta 40.000 fieles.


Tiene 146 vidrieras


La Plaza del Duomo es el centro nuerálgico de las celebraciones de la ciudad y en su extremo norte está La Galeria Vittorio Emanuele II.
Enmarcada por una bóveda inmensa esta galería comercial con tejado de acero y cristal tiene forma de crucifijo y alberga elegantes boutiques y cafeterias



La bóveda de clistal y acero, también bellos mosaicos.



Giusepe Mengoni diseñó la galería como escaparate del moderno Milán, pero se precipitó trágicamente del andamio, y murió semanas antes de que su "tour de force" de 14 años se viera completado en 1877. La tradición milanesa sostiene que se puede evitar la mala suerte de Mengoni incrustando el tacón en los testículos del toro del mosaico del suelo.



La galeria sirve como pasaje para transitar de la la Plaza del Duomo a la Plaza de La Scala, esta plaza la preside una estatua de Leonardo da Vinci.


La austera fachada del teatro de la ópera de Milán La Scala contrasta con su interior de seis gradas y arañas de luces, arcos dorados y palcos privados en seda escarlata. El contraste se produjo porque en el momento de su construcción en 1778, estaba en una callejuela cercada por casas. Estas fueron demolidas para crear la plaza en su parte delantera, Piazza della Scala, para que el edificio pudiese verse desde lejos.



En esta misma plaza pudimos ver el Palazzo Marino de Galeazzo Alessi, es una obra maestra de la arquitectura residencial del s.XVI. El ayuntamiento de Milán se reúne aquí desde 1859



Después de dar alguna vuelta mas fuimos a un hotel de la periferia de Milán un hotel enorme en una zona muy tranquila, habia una linea de autobus frente a la puerta del hotel que llegaba hasta el centro de Milán.

2 comentarios:

  1. Solo pude estar unas hora en Milan (era el final de mi viaje y volaba esa tarde para España), pero me impresionó el Duomo, tan bien descrito por vosotros en este excelente post.
    La galería comerical es impresionante, toda una obra maestra que hace que pases de largo por las tiendas y comercios (bueno, en algunos también te paras, je je).

    Una ciudad para no perdérsela, sin duda.

    Enhorabuena por este post es fantástico.

    Besitos.


    A Salto De Mata

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  2. Miguel
    Todo el viaje nos gusto mucho, Tus palabras me animan a continuar, gracias por seguirme.

    Saludos

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