Nuestro próximo destino era Interlaken. Debido a las inundaciones en esta parte de Suiza, no pudimos hacer el recorrido previsto, y tuvimos que dar un buen rodeo, por lo cual llegamos a Interlaken más tarde de lo deseado.
Las panorámicas del lago eran impresionantes. Al llegar a Interlaken cenamos pronto el el hotel Oberland un hotel pequeñito muy acogedor como todos los del viaje. Luego salimos a dar una vuelta, hacía bastante fresco y pronto fuimos a dormir.
Interlaken, es una pequeña ciudad situada en un magnífico emplazamiento, entre los lagos de Thun y Brienz.
A la mañana siguiente subimos al monte Jungfrau, una de las metas clásicas de todo viaje a Suiza. Nos equipamos con ropa de abrigo, en la cima están las nieves perpetuas y la temperatura puede ser de bajo -0
El autocar nos llevo hasta la estación de Grindelward y desde alli subimos por la ladera del Eiger contemplando una hermosa vista del valle.
Frente a nosotros, nos vigilavan tres gigantes alpinos: la Junfrau (4.158), el Mönch (4.099) y el Eiger (3970. El ferrocarril de la Jungfrau asciende entre verdes prados a lo largo de un impresionante trayecto.
El trayecto era de una gran belleza. Hacia el final del recorrido, el tren se esconde 7k. en un gran tunel dentro de la montaña, donde se encuentran las dos estaciones intermedias. El tren se detiene en cada una de ellas durante cinco minutos para permitir contemplar a través de las aperturas, con unos ventanales panorámicos, el grandioso paisaje.
La estación de Eismeer
Y la estación Eirgernorwand
Llegamos a el Jungfraujoch, desde el tunel de 240m. llamado túnel de Sphinx, se sale sobre el nevero de la Junfrau, es impresionante estar en medio de tanta nieve en una cima tan alta sin apenas protección.
Desde el túnel sube un ascensor para salir a las terrazas de el Sphinx, el observatorio meteorológico que se ha instalado en la cima de un espolón rocoso de 3.575m.(La foto en de una revista)
Cuando llegas a la terraza el panorama es grandioso, abraza el glaciar Aletsch al sur y al norte toda la región de Interlaken y la extensa meseta.
El restaurante cuenta con un gran comedor, desde cuyas ventanas se disfruta de una magnífica vista del glaciar.
Otra de las atracciones es el Palacio de Hielo excavado en el glaciar. Algunos artistas han esculpido figuras en el hielo permanente.
Que maravilla de paisajes y que grnadeza nos ofrece la naturaleza.
ResponderEliminarLas esculturas de hielo preciosas.
Saludos
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ResponderEliminarPaisajes preciosos, me ha encantado el vídeo desde el tren y las esculturas de hielo.
ResponderEliminarImagino que la sensación al salir del ascensor y tener semejantes vistas, tiene que ser especial e inolvidable.
Besitos y abrazos¡¡¡
A Salto De Mata