
Un establecimiento dirigido por el agradable Santi, cuya preocupación es el bienestar de todos sus huéspedes. Él organizó tres excursiones, una salida de senderismo, dos bailes por la noche y un bingo, cuyos premios eran tratamientos del balneario. Todo el personal es muy amable y atento
Al ser un establecimiento pequeño se crea un ambiente familiar muy agradable, es fácil la relación con todos los hospedados.
La comida es casera, muy rica y variada. Los menus consisten en una ensalada y un primer plato, a escoger entre dos opciones, que se sirven tipo buffet, el segundo plato, también dos opciones a escoger, servido en la mesa y unos postres variados que también son servidos en la mesa.
La finca tiene unas tres hectáreas que rodean el balneario con grandes árboles y un riachuelo que los acompaña, el paseo por este pasaje es tranquilo y agradable.
Durante la mañana se hacen todos los tratamientos termales y las tardes quedan libres para poder aprovecharlas a tu antojo.
Dar una vuelta por El Valle de Carranza es gozar de uno de los paisajes mejor conservados de Vizcaya. Marco impregnado del variopinto colorido que le proporcionan pequeños barrios y caserios diseminados por todo el territorio, montes y roquedales poblados por bosques llenos de encanto y extensas praderías.
Estupendos paisajes y se ve un lugar de lo más tranquilo. A un sitio me voy a tener que ir para respirar aire de verdad y desconectar de todo.
ResponderEliminarBellas fotos.
Saludos.
Fran, lo bueno del lugar es que es muy tranquilo y si nos apetecía salir del valle, teníamos a 10 Km., carreteras rápidas para transitar.
ResponderEliminarSaludos.
Qué buena pinta!! Nos lo apuntamos para nuestra próxima escapada a tierras vascongadas
ResponderEliminarSaludos,
viajesdeprimera.com
Javier, los verdes prados del País Vasco son muy hermosos, dignos de ser visitados.
ResponderEliminarSaludos.