Tras la grave crisis industrial de los años 80, la capital se planteó una reconversión industrial, transformándose en una moderna y dinámica ciudad de sevicios, con unos edificios resplandecientes, llenos de luz.
En primer lugar visitamos el museo Guggenheim, que desde su inaguración en 1997 se convirtió en el símbolo del nuevo Bilbao. El arquitecto Frannnk Gehry es el autor del diseño, este edificio es en si mismo una espectacular obra de arte. Una serie de volúmenes curvados y retorcidos cubiertos de piedra caliza y placas de titanio.
En la cara norte del edificio, se sitúa un estanque entre la ría y el museo, una espectaculas araña llamada Mamá destaca en este entorno, obra realizada por la escultora Louise Buorgeois.
Bordeando el rio Nervión llegammos hasta el ayuntamiento, su magnífica escalinata y su bella plaza son lugar de encuentro para los bilbainos, este edificio de estilo barroco, se construyó a finales del siglo XIX por el arquitecto Joaquín de Rucoba. En la plaza frente al ayuntamiento y cerca del puente, encontramos la escultura de Jorge Otieza "Variante ovoide de la desocupación de la esfera"
Hace ya ocho años que estuve, pero guardo un magnífico recuerdo de Bilbao y, muy especialmente, del espléndido edificio de Frank Gehry. Recuerdo el gris del titanio a juego con el plomizo cielo del Bilbao invernal y también, ¿cómo no? la extraordinaria gama de reflejos de la "piel" que recubre el Guggenheim, en su constante coqueteo con el sol del atardecer.
ResponderEliminarUna auténtica maravilla!!!
Un abrazo
La primera vez que pusimos un pie en Bilbao después de la reconversión industrial, nos dio la sensación de que estábamos en alguna ciudad del norte de Europa en vez de España!
ResponderEliminarSaludos,
viajesdeprimera.com
Es curioso, yo también la recuerdo gris, pero después de ver vuestro post esta claro que ha cambiado, tendré que volver.
ResponderEliminarSaludos
Hay que eliminar esa idea de la cabeza de mucha gente de que Bilbao es gris. Bilbao es una ciudad preciosa con muchas zonas verdes!
ResponderEliminarUn saludo de una maña-bilbaína
Lourdes, el Guggenheim es espectacular, estas curvas fantasmagóricas lo hacen único.
ResponderEliminarSaludos.
Javier, Bilbao ahora está radiante.
ResponderEliminarSaludos.
M. Eugenia, cuando vayas, vas a tener una agradable sorpresa, Bilbao es otra ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ines, cuando estuvimos en los años 70, Bilbao era triste, ahora es una ciudad muy bella con hermosos edificios, y bellos jardines.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo