En 1914 al entrar Rusia en la Primera Guerra Mundial la ciudad pasó a llamarse Petrogrado, en 1924 en honor a Lenin se llamo Leningrado y en 1991 recobró su nombre inicial, San Petersburgo.
En el delta del río Neva, Pedro I empezó la ciudad levantando la fortaleza de Pedro y Pablo que tenia que servir como defensa de las incursiones del ejército sueco antes propietario de estas tierras, pero la fortaleza sirvió como prisión para presos políticos.
La tarea de construir una ciudad de piedra era primordial para el zar. Un decreto especial del año 1714 prohibía levantar edificios de piedra en el resto de Rusia y todos los maestros-albañiles eran enviados por orden real a orillas del Neva. Pedro I implantó una especie de "derecho de piedra", cada barco, cada carro que entraba a la ciudad debía traer una determinada cantidad de materiales de construcción.
Dentro de la fortaleza hay varios edificios que pueden visitarse, como el Museo de Historia de San Petersburgo y la Prisión, pero la edificación más visitada es la Catedral. El templo presenta una mezcla de tradiciones de la arquitectura religiosa occidental y de la arquitectura eclesiástica rusa antigua. Es inusual para el campanario de un edificio eclesiástico ortodoxo la presencia de un reloj de torre con carrillón. La altura de este campanario, junto con aguja dorada y la figura del ángel, es de 122,5 metros.
El interior de la catedral de San Pedro y San Pablo es suntuoso y el ornamento principal es el iconostasio de talla dorada. La catedral es panteón de los emperadores rusos desde Pedro el Grande, excepto Pedro II.
En 1998, en una capilla lateral, fueron enterrados los restos del último emperador ruso Nicolás II y los miembros de su familia fusilados en julio de 1918.
Detrás de las murallas se encuentra una zona con cesped donde los petersburgueses toman paciblemente el sol.
Un poco más lejos de la fortaleza se halla anclado el crucero Aurora icono de la revolución bolchevique. Los soldados y marineros esperaron la señal de ataque del cañón del crucero para iniciar el asalto al Palacio de Invierno en Octubre de 1917.
Por Dios que ganas tengo de ir a esta ciudad!! La fortaleza me parece una visita muy interesante. Apuntada queda!!
ResponderEliminarSaludos
Sl igusl que Fran estoy deseando visitar San Petersburgo, espero algún día cercano poder utilizar tu relato. Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarFran, cuando visites San Petersburgo verás la preciosa que es esta ciudad y las cosas tan interesantes que hay en ella.
ResponderEliminarSaludos.
Babyboom. Estaríamos muy satisfechos que con nuestros relatos puedas conocer la ciudad.
Saludos.
Pues yo también tengo San Petersburgo en mi larga lista de pendientes. Todo el mundo que ha estado allí habla maravillas. De momento, me tendré que conformar con leeros a vosotros.
ResponderEliminarUn saludo
MTTJ. San Petersburgo es una ciudad preciosa, animaros a visitarla, os va a encantar.
ResponderEliminarSaludos
Hola! he descubierto vuestro blog hace poco y me encanta. Esta entrada me ha traído muy buenos recuerdos de mi visita a San Petersburgo. Muchas gracias por compartir vuestras vivencias viajeras. Con vuestro permiso os enlazo en mi blog. Saluditos.
ResponderEliminarAl 2011 us comentava que San Petersburg estava a la llista de destinacions pendents. Si tot va bé, al juny anirem a Moscú i Sant Petersburg, pel que les teves entrades em vénen de meravella. M'ho prendré amb calma i les aniré llegint poc a poc. Sempre arriba el dia...
ResponderEliminarUna abraçada