Mándroga

Estuvimos toda la noche para cruzar el lago Onega y a la mañana siguiente llegamos al río Svir.
Este río nace en el lago Onega y desemboca en el lago Ládoga. La longitud del río es de 224 kilómetros. Esta región, desde tiempos muy remotos, abastece el país de madera de alta calidad. En la orilla del río, puede verse a menudo depósitos de madera preparados para ser transportados.

Llegamos a Mandroga, una aldea que fue ocupada en la Segunda Guerra Mundial y su población tuvo que evacuar. Pasada la guerra los habitantes no volvieron a sus hogares y los descendientes de la antigua población nativa, quedaron dispersos por diferentes confines. En la década de 1960 había un poblado de obreros que se dedicaba a la extracción de arena, cuando las labores terminaron el poblado quedó desierto.

Pero hay quien ve con optimismo el futuro de este pueblo. Han montado una aldea artesana, parecido a un parque temático, donde se puede encontrar magníficas tallas y ornamentos de madera, a precios muy turísticos. La población permanente de la nueva Mándroga es de 50 habitantes, entre ellos, hay también personas descendientes de la antigua Mándroga.

 Degustamos en una posada campesina los "Shashlik", su especialidad culinaria que consiste en unas brochetas de carne marinada y asada en una parrilla llamada "mangal". Durante la comida nos acompañaron los músicos del crucero con sus típicas melodías. Después dimos una vuelta por un sendero (que recomiendo para niños), al cual llegamos en balsa. Por la tarde volvimos al barco y zarpamos dirigiéndonos al lago Ládoga.

El lago Ládoga es el mayor lago de Europa, su extensión, con las islas, es de 18.000 kilómetros cuadrados, la longitud máxima 219 Km., la anchura media 83 Km. y la profundidad media 50 metros. Por su inmensidad él recuerda un mar, desde su parte central no se divisan las costas.


Durante todo el recorrido del crucero, nos dieron opción de hacer cursos de pintura de matrioska, de aprender algunas palabras en cirílico, nos enseñaron alguna canción del folclore ruso, etc... Crearon un ambiente muy familiar y ameno.
Esta era la última noche de navegación y celebramos la típica cena del capitán. Casi todos colaboramos en el final de fiesta organizado por los guias. Esta noche tuvimos ocasión de poner en práctica lo aprendido.

Nos acercamos a San Petersburgo y en las orillas del rio Neva se veían residencias lujosas. Pasamos un moderno puente y llegamos al puerto fluvial.

Este es el mapa con el itinerario del crucero.