El Palacio de Catalina

En los alrededores de San Petersburgo, situado a 25 Km. de la ciudad, encontramos el pueblo de Pushkin donde se construyó un magnífico palacio rodeado de 100 hectáreas de parque.
Catalina I de Rusia en 1717 contrató al arquitecto alemán Johann-Friedrich Braunstein para que construiera un gran palacio de verano para su distracción, pero su hija la emperatriz Isabel, en mayo del año 1752 pidió al arquitecto de la corte, que demoliera la antigua estructura y la reemplazara por un edificio mucho más grande.


El Palacio de Catalina pintado de color azul turquesa, donde el ornato exterior ofrece una idea de la rica fantasía de Bartolomeo Rastrelli, logrando la expresividad plástica de una fachada de más de 300 metros de longitud en un estilo plenamente barroco. Para la edificación del palacio no se escatimaron medios, solo para la ornamentación exterior fueron utilizados cerca de cien kilos de oro. Participaron posteriormente en el proyecto C.Cameron y G. Quarenghi.

El gran patio frente la entrada principal del palacio de Catalina está rodeado de una verja calada con detalles dorados y una puerta rematada con el escudo imperial ruso. Antes de llegar a la verja encontramos el parque de Alejandro, trazado en el primer tercio del siglo XIX y que presenta una combinación de jardinería regular y paisajística. En él tiene lugar un monumento al poeta Alexandre Pushkin.

Al entrar en el interior del palacio encontramos la Escalinata de Honor, adornada con jarrones chinos, y la Gran Sala. Este enorme salón de 846 metros cuadrados, adornado con candelabros y multitud de doraduras es majestuoso y solemne. Grandes ventanales la llenan de luz y numerosos espejos hacen que la sala parezca aun más grande. En el techo un grandioso plafón pictórico, de Giuseppe Valeriani "El triunfo de Rusia", crea la ilusión de un espacio infinito.

                                            Foto de perso.orange.es

La Sala de las Pinturas es otra estancia de gran interés, esta fue habilitada para albergar la colección de pinturas europeas de los siglos XVII - XVIII comprada en el extranjero en 1745. Otra de las salas que atrae a los turistas es la sala Ámbar. En 1717 el rey de Prusia Federico I envió como regalo a Pedro I paneles de ámbar, únicos en su tipo, que fueros la base de la maravillosa decoración de la sala de Ámbar. Durante la Segunda Guerra Mundial la sala fue desmantelada y robada por los alemanes.

Foto de Buscolio.es

La sala Ámbar fue remplazada por una réplica exacta del salón perdido. Se emplearon seis toneladas de ámbar. Los trabajos comenzaron en 1979 y se utilizaron como modelo viejos dibujos y fotografías en blanco y negro. El conjunto está compuesto por un total de medio millón de piezas de ámbar. Esta sala se ha convertido en la cima de la maestria de los tallistas del pasado y del presente. En mayo de 2003 durante las celebraciones del 300 aniversario de la fundación de la ciudad de San Petersburgo, abrieron de nuevo la sala al publico.

foto.krabjiem.lv

En el palacio se visitan varios comedores y habitaciones formales, todas muy suntuosas y bellamente decoradas. El despacho de Alejandro I destaca porque sus paredes estan cubiertas con seda china. Grandes estufas de cerámica, estucos dorados en las puertas y elegantes mesas, hacen que el recorrido sea conocido como la "Enfilada Dorada".

 En el extenso parque de Catalina se levantan edificaciones que son interesantes monumentos del clacisismo ruso. La más significativa y famosa de ellas es la galería de Cameron, llamada asi por ser el nombre de su creador. La galería, las salas de Agata, enlazadas con el baño Frio y el jardin, presentan un conjunto unido y armonioso. El arquitecto halló el lugar ideal para su emplazamiento, en la pendiente de la colina que desciende hasta el estanque Grande

El parque es fundamentalmente de estilo inglés, con estanques y mucha vegetación imitando la naturaleza. Unos pequeños parterres de estilo francés que rodean el palacio con diseño geométrico son la excepción.