Taj Mahal, Agra

Al llegar a Agra fuimos directos al hotel, pero aún era temprano para la cena y decidimos salir a dar una vuelta. Nuestro hotel quedaba relativamente cerca del Taj Mahal. Caminando y sorteando el intenso trafico, tan usual en las calles de la India, llegamos hasta una plaza muy concurrida y allí se terminaba el tráfico de los vehículos a motor. En las calles adyacentes o colindantes al Taj Mahal está prohibido la circulación de vehículos contaminantes. Así que, cuando ya nos acercábamos por estas calles  solo veíamos carretas tiradas por caballos y camellos que iban y venían llevando los pasajeros acomodados en sus asientos. Junto a la puerta oeste del Taj Mahal una multitud de personas salian de visitar el maravilloso monumento.





Cerca de la entrada al Taj Mahal, un grupo de mujeres con trajes muy coloristas, estaban sentadas en el  suelo descansando. Cuando nos vieron con la intención de hacerles una foto, todas se pusieron de pie y se arreglaron para salir guapas. ( La coquetería en las mujeres es igual en todos los países ).





A la mañana siguiente nos dirigimos hacia el Taj Mahal, subimos al carro correspondiente que nos llevaría hasta la puerta Este. Antes de entrar hay que pasar un riguroso control porqué esta prohibido entrar casi todo, incluido la cámara para filmar. Con la entrada te dan una botella de agua y unas pantuflas para no tener que sacarte los zapatos antes de pasar al recinto de mármol . Pasada la puerta se encuentran las estancias de los guardias que antaño vigilaban el mausoleo. Un gran patio precede a la puerta Darzawa que da acceso al recinto.







Pasada la Darzawa ya se puede contemplar el magnífico monumento. La primera visión es deslumbrante, el mausoleo de mármol blanco aparece al fondo de un largo jardín. Un canal de agua y fuentes de bronce dividen el camino que conduce al mausoleo entre una doble fila de cipreses. Plantado en el centro de una inmensa plataforma, se alza una combinación perfecta de arquitectura de la India y de Persia.








La historia de este gran monumento es sabida por todos. Construido entre 1631 y 1653, el Taj Mahal está dedicado al amor que un emperador, Shah Jahan, perdió de forma trágica. La muerte de Mumtaz Mahal, su eterna compañera de una gran belleza, destrozo el corazón del monarca. Loco de tristeza, hizo la promesa de construir un maravilloso monumento en su memoria.


Se dice que en la construcción del Taj Mahal se gastaron más de treinta y un millones de rupias y 20.000 hombres tardaron veintidós años en terminarlo. El mármol blanco utilizado para realizar esta espléndida obra fue traído de Makrana en Rajasthan a 300Km. de distancia y se utilizaron 28 tipos de gemas y piedras semipreciosas como jaspe, jade, turquesas, zafiros....... traídas de toda Asia. La entrada principal al Taj es una estructura de tres pisos, decorado con incrustaciones y ornamentos. En las inscripciones del Corán en mármol negro, las letras están graduadas en cuanto al tamaño para que parezcan uniformes desde abajo. Acompaña el recinto cuatro minaretes.










En el interior del recinto se encuentras el cenotafio de Shah Jahan con perfecta simetría en todo el conjunto solo rota por el cenotafio de Mumtaz Mahal enterrado 35 años más tarde. Las dos piedras sepulcrales están vacías, las autenticas tumbas se encuentran debajo en una cripta cerrada al público. Con la imposibilidad de hacer alguna foto dentro del mausoleo, he encontrado esta en la red.
                  

Acompañan el conjunto, a uno y otro lado de forma simétrica, dos edificios de gres rojo, una mezquita y la Mehmankhana (Casa de huéspedes).Para ir a visitar la mezquita había que hacer bastante cola, así que visitamos el Mehmankhana, nos dijeron que era una réplica de la mezquita. Son hermosos edificios, pero quedan eclipsados por la belleza del mausoleo.









Después de pasear y contemplar esta maravilla  nos despedimos del recinto dichosos de haber podido admirar este espectacular monumento. Con razón la UNESCO lo reconoció como Patrimonio de la Humanidad en 1983 y fue elegido como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.

Fatehpur Sikri

Fatehpur Sikri (ciudad de la Victoria), situada a 37 kms de Agra, fue construida por el emperador mogol Akbar Jalal-ud-din Mohammad en 1572 en agradecimiento a un santo ermitaño llamado Sheikh Salim Chisti que vivía en la colina de Sikri. La bendición del santo le trajo los tres herederos  por tanto tiempo deseados. Sin embargo, esta capital fue abandonada a los quince años de su construcción debido a la escasez de agua potable. Ahora los turistas nos acercamos a esta ciudad vacía para poder imaginar la grandeza de aquella época
Una ciudad predominantemente de arenisca roja, donde los palacios han resistido las alteraciones del tiempo, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.

                                      Algunos turistas del país visitando Fatehpur Sikri
 Entramos por la puerta de Agra y nos encontramos un cuidado jardín, al fondo vemos un pabellón rectangular con cinco aberturas iguales . Este edificio es el Diwan-i-Aam o Salon de las Audiencias Públicas, a los lados hay algunos claustros donde se sentaban los peticionarios y litigantes.




 Cruzamos esta estancia y nos encontramos con un gran patio llamado Pachihisi. Se trata de un gigante tablero de parchís donde los peones eran personajes vivos. Esclavos y sirvientas que se desplazaban a merced de los caprichos del rey.  
A la derecha del Diwan-i-Aam encontramos el Diwan-i-Khas o Sala de Audiencias Privadas. Su interior está dominado por un enorme pilar ricamente tallado que sostiene uno de los capiteles mas complicados jamás concebidos. Una disposición circular de los soportes que sostienen una plataforma circular, unidos por cuatro diagonales "puentes" que unen las galerías colgantes a cada esquina del edificio. Se dice que el emperador solía sentarse aquí, en esta plataforma circular y charlar de temas religiosos.






 Una pequeña sala sin una arquitectura remarcable llamada Ankh Machauli, servia para depositar las joyas, el oro y la plata en los orificios todavia visibles. En una esquina del edificio hay una pequeña estructura, llamada el Quiosco del Astrólogo. Lo más interesante aquí es la escultura de los dinteles, que ondulan graciosamente como la trompa de un elefante. 



 Otro bello edificio es el Pabellón de la Sultana Turca, una pequeña y hermosa estancia. El techo de piedra, las tallas en sus frisos, soportes, columnas y pilastras, son tan intrincados que parecen ser obra de talladores de madera, en lugar de maestros en esculpir la piedra. Los paneles que representan escenas de caza, las aves retozando en los árboles y las ramas, todo bellamente esculpido, son una verdadera delicia para los ojos del espectador. 





 En medio de estos edificios se halla la Anup Talao o la piscina Perless,  tiene escaleras que conducen hasta el agua, con una bella isla central de 9,04 mtrs cuadrados denominada Rumi Sultana donde antiguamente se situaban los músicos. Las cuatro pasarelas para acceder a la isla descansan sobre columnas de piedra con capiteles de soporte. Ahora la profundidad de este estanque es menos de un metro. 




En el extremo sur del estanque, había el Kas Mahal, (los aposentos privados de Akbar). Todo lo que queda es una plataforma de piedra sobrealzada a modo de lecho real y algunas hornacinas donde el emperador guardaba sus preciosos manuscritos. A través de una pequeña ventana, Akbar se mostraba a sus súbditos. Un detalle curioso es que no había escalones para subir a la cama, pues Akbar era llevado hasta allí por sus hombres. 








 El Panch Mahal  se encuentra al oeste del patio, este pabellón con cuatro niveles de formas piramidales, termina en un único quiosco rematado por una cúpula. Este es el lugar donde las mujeres del harén tomaban el aire y admiraban, tras unas celosías que en la actualidad han desaparecido, la espléndida vista del palacio y sus fortificaciones. Detrás un pequeño jardín que acogía en otra época un mercado de frutas y verduras. 




Entramos en el Palacio de Jodh Bai, uno de los conjuntos mas extensos de la fortaleza. Un gran patio rodeado por varios edificios, de los cuales los principales constituían las residencias de verano y de invierno de la esposa hindú de Akbar y su madre, así como algunas de sus concubinas. Se distinguían por sus tejados azules. Estos edificios, protegidos por una guardia de fieles rajputas y de eunucos, eran los más importantes del palacio.





Por último entramos al Palacio de Birdal, residencia de uno de los principales ministros de Akbar. Encontramos los pabellones más decorados de Fatehpur, con todas sus paredes interiores y exteriores llenas de adornos de estilo indio-musulmán.