Empezamos por la Piazza Navona, es uno de los símbolos de Roma y el “salon barroco de la ciudad”. Rodeada por innumerables cafés, la plaza se caracteriza por su particular forma ovalada En un principio esta área era una arena, construida por el emperador Domiciano en el año 86 d.C. para acoger juegos, carreras de caballos y otras competiciones sus dimensiones son las del estadio original; 270 metros de largo y 55 metros de ancho.
Desgraciadamente, fue también la sede de tristes sucesos, pues precisamente la Piazza Navona fue el escenario del martirio de Santa Ines, que tuvo lugar en el año 304 d.C. cuando solo tenia trece años. En este lugar surge hoy la iglesia de Sant’Agnese de Agone, proyectada por Borromini. El rival del gran arquitecto, Bernini, realizó la fuente que se encuentra en el centro de la plaza, la Fontana dei Quattro Fiumi, donde están representados los ríos del Paraíso: el Nilo, el Ganges, el Río de la Plata y el Danubio. En los dos extremos del amplio espacio hay también otas dos fuentes, la de Neptuno, del siglo XIX, y la del Moro. La plaza tomó su aspecto actual en tiempos del papa Inocencio X .
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