El Vaticano: La Plaza de San Pedro
Salimos a la gran Plaza de San Pedro del Vaticano, una gran explanada trapezoidal que se ensancha lateralmente mediante dos pasajes, con forma elíptica, de columnatas rematadas en una balaustrada sobre la que se asientan las figuras de ciento cuarenta santos de diversas épocas y lugares; en su interior se encuentran dos fuentes, una en cada foco de la elipse y en medio de la plaza se erigió un monumental obelisco (de 25 metros de alto y 327 toneladas), un bloque pétreo sin inscripciones traído desde Egipto que estaba en el centro de un circo romano. En 1586 el Papa Sixto V decidió colocarlo frente a la Basílica de San Pedro en memoria del martirio de San Pedro en el Circo de Nerón. Se le conoce como el “testigo mudo”, pues junto a éste se crucificó a Pedro.
La fachada, obra del arquitecto Carlo Maderno que la terminó en 1614. Con 114,69 metros de anchura y 48 de altura, presenta un orden de columnas y pilastras salientes corintias sobre las que se apoya un imponente frontón con tímpano central, coronado por una balaustrada con trece estatuas (de unos 6 metros de altura): la central, representa al Redentor bendiciendo. Sobre el arquitrabe, una inscripción recuerda que la obra se realizó bajo el papa Paulo V (1605-1621) Borghese.
En el orden inferior se abren cinco entradas al atrio, sobre las cuales hay nueve ventanas, tres de ellas con balcón. La ventana central recibe el nombre de “loggia de las bendiciones”, porque desde ella se asoma el Papa para dar su mensaje augural con la bendición apostólica “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) inmediatamente después de su elección, en Navidad y Pascua.
Espléndida foto de La Plaza de San Pedro desde la Cúpula (foto de monografias en internet)
La Guardia Suiza Pontificia tiene 500 años de historia. Un cuerpo de soldados creado por expreso deseo del Papa Julio II que, en 1505 envió una bula a la Confederación Helvética comunicando el encargo que había dado a Peter von Hertenstein de conducir hasta Roma 200 hombres que se ocuparían de la custodia de la persona del Papa y de los palacios pontificios. Su dedicación exclusiva es la de servir como "ejército" del Estado de la Ciudad del Vaticano, con el objeto de procurar seguridad al Papa y vigilancia a la ciudad pontificia.
Actualmente el equipo lo componen 100 guardias suizos, que son entrenados en diferentes procedimientos de defensa, y en el uso de distintas armas como la antigua alabarda, la espada, o las modernas pistolas, gases lacrimógenos y un moderno fusil. Sus componentes se reclutan entre jóvenes varones suizos de entre 19 y 30 años, solteros, católicos y con una talla de mas de 1,74m. Llevan un vistoso uniforme en colores rojo, amarillo y azul diseñado en origen por Miguel Angel.
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