La Mezquita, es el principal monumento árabe de Córdoba y una obra de arte en la arquitectura mundial. La gran Mezquita está edificada a orillas del Guadalquivir, en forma de rectángulo mide 130 metros de ancho por 180 de fondo.
Está contenida dentro de un fuerte muro, compuesta por un gran patio al Norte y un templo interior techado.
Hay diferentes puertas todas ellas muy bellas. La puerta de San Miguel de estilo califal, porque en los ventanales decorativos laterales aparece el ajimez o ventana gemela, así como la arquería superior de elegante herradura cruzada, con letreros cúbicos en su centro, fue restaurada finamente a principios del siglo XX.
Pasamos por la puerta del Perdón para llegar al Patio de los Naranjos. Su acceso se realiza a través de un arco profundamente decorado con yeserias de ataurique, chapada con placas de decoración. En su porche se constituía el tribunal eclesiástico que condonaba diezmos y multas a los morosos, en los tiempos en que el Cabildo disponía de rentas cuantiosas y extensas propiedades.
El Patio de los Naranjos. El naranjo es nombre persa y con el limonero y otros árboles de su familia no vinieron a Occidente hasta el siglo XI aproximadamente, por lo que en los tiempos áureos del Califato de Córdoba todavía no existían en nuestro país.
La designación de Patio de los Naranjos es cristiana y al parecer, los primeros naranjos fueros plantados, después de la Reconquista, por Alfonso X el Sabio.
La Torre es el alminar que fué levantado por Abderrahman III al ampliar el patio hacia el Norte. La torre árabe perdura en el interior de la actual torre barroca, que en el siglo XVII el arquitecto Hernán Ruiz la aprisiona con fuertes muros en sus cuatro costados y la eleva para formar los cuerpos de campana, alguna de éstas muy bellas.
Alrededor del patio hay dos galerías, en la galería Occidental daban sus conferencias los doctores o ulemas y la galería Oriental se instalaba el juez de barrio, al que acudían los peticionarios.
Entramos en la Mezquita y pudimos admirar el fantástico bosque de ochocientas cincuenta columnas, que alternan las de mármol azul de Córdoba con las de mármol rosado de Cabra, sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores, los arcos están formados por dovelas de piedra amarillenta, la caliza franca de Córdoba, con otras rojas de ladrillo. Es sabido que las columnatas de la primera parte proceden en su mayor parte del anterior templo cristiano, especialmente la nave central.
La cúpula lucernaria de Villaviciosa, con esplendidos arcos angrelados y apoyándose en arquerías entrelazadas, está marcando el inicio de la vía sagrada. Al ser conquistada la ciudad por Fernando III, en 1236, será en este mismo lugar donde se instale la primera catedral cristiana, lo que denota la importancia de toda esta zona del edificio.
El Miharab es la parte esencial de orientación que señala al creyente la dirección de La Meca, hacia la cual deben dirigir sus rezos. En muchas mezquitas del mundo islámico el miharab es un nicho en la pared, pero en la de Córdoba es una pequeña habitación que recuerda las capillas cristianas.
Esta cúpula octogonal sube por encima del mihrab y la maqsura, que son rodeados por arcos y decorados por mosaicos de estilo bizantino con inscripciones árabes, es una de las joyas del arte universal.
Arco de entrada al sabbath que comunicaba con el Alcázar califal
El 29 de junio de 1236, el rey de Castilla Fernando III el Santo, entró triunfalmente en Córdoba, asediada por sus ejércitos desde seis meses antes, ya que había permanecido bajo el poder musulmán más de cinco siglos.
Asistido de obispos y guerreros purificó la Mezquita, que fue erigida Catedral bajo la advocación de Santa María. Durante la Edad Media hubo pequeñas transformaciones.
A finales del siglo XV sintieron la necesidad de una amplia nave de catedral, y teniendo su cabecera en la que hoy se llama Capilla Villaviciosa, se construyó la antigua Capilla Mayor que hoy está exenta ,con bello rosetón de la época casetones góticos entre la arquería y numerosas lápidas funerarias en el suelo y en el siglo XVI la Mezquita de Córdoba pasó a ser catedral.
Medio siglo más tarde acordaron hacer otra nave catedralicia también en el interior de la Mezquita, más amplia y suntuosa que la anterior, esta obra duró casi tres siglos, sucediéndose en ella los estilos arquitectónicos gótico, plateresco y barroco.
Cúpula del crucero del maestro Juan de Ochoa o bóveda de lunestos de la Catedral de Córdoba.
En 1748 Duque Cornejo trabajó en Córdoba en los púlpitos y en la sillería del coro de la catedral, tallada en caoba con hermosos relieves, sus 105 sillas entre bajas y altas, son de una gran belleza.
Después de admirar la espléndida Mezquita nos fuimos a comer en un típico patio cordobés
La mezquita es alucinante y la explicación un verdadero lujo.
ResponderEliminarSaludos
M.Eugenia, la mezquita es realmente preciosa y nos complace que las explicaciones te gustasen.
ResponderEliminarSaludos.
No conozco Còrdoba, tengo planeado hacerlo el pròximo Abril. La explicaciòn, me preciò un lujo y me dan muchas ganas de conocer.
ResponderEliminarGracias