Tenerife

A finales del mes de noviembre fuimos a Canarias y visitamos las islas de Tenerife, Lanzarote y La Gomera. Aunque el tiempo no fue muy generoso con nosotros, pues no es normal que haga tan mal tiempo en estos meses, lo pasamos bien a pesar de la lluvia en algunas ocasiones y el viento en otras.

Llegamos a Tenerife un viernes por la tarde, nuestro hotel estaba situado en la playa de las Caletillas a 14 Km. de la capital, Santa Cruz de Tenerife. A 3 Km. de Caletillas se puede visitar la Villa Candelaria donde se encuentra la Patrona de las Islas Canarias,
Visitando el pequeño pueblo Candelaria nos encontramos, junto al mar, con la basílica de la Virgen de la Candelaria venerada por todo el archipiélago. Custodia la basílica el conjunto escultórico de los Menceyes (reyes guanches), que gobernaban en Tenerife antes de ser conquistada por los españoles en el siglo XV.

El barrio de Santa Ana se encuentra en la zona alta de la ciudad, a la cima de una formación rocosa. Su historia cuenta que fue su núcleo inicial. Esta formado por edificaciones típicas canarias, pintadas de varios colores y con sus balcones de madera. Al borde del acantilado se encuentra El Mirador de Santa Ana desde donde se puede contemplar unas bonitas panorámicas del pueblo junto al mar y de la Plaza de la Patrona de Canarias.

Una ciudad interesante de visitar es La Laguna fundada por Fernández de Lugo en 1496. Antigua capital de la isla, debido a su situación alejada del mar para resguardarse de la piratería. Sede del primer cabildo (actual Ayuntamiento), dejó de ser capital insular en el siglo XIX. La sobriedad de las mansiones evocan un pasado ilustre. Su casco histórico fue declarado "Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO en 1999. Un ejemplo son la casa Franco de Castilla que data del siglo XIII, la casa Bigot construida en 1654 por un comerciante francés que emigró a Canarias, la catedral  de San Cristóbal, iglesias y conventos, como también la universidad mas importante de Tenerife.

 

 Santa Cruz de Tenerife es una hermosa ciudad de más de doscientos mil habitantes, con una importante actividad comercial. En esta ciudad se construyeron iglesias y también bonitos edificios civiles.

El Parque García Sanabria es el pulmón de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, su interior esta lleno de plantas y vegetación tropical. Poco pudimos pasear por la ciudad debido al mal tiempo que en estos días estaba haciendo en las islas.

Cruzamos el Valle de la Orotava para visitar el Loro Parque. Con 135.000 metros cuadrados llenos de animales y vegetación. Los espectáculos en las piscinas de los delfines, las orcas, los lobos marinos y pingüinos hacen las delicias de pequeños y mayores. También podemos encontrar animales tan diversos como gorilas, tortugas, flamencos y un tigre albino.

Dentro del  Loro Parque  de encuentra un orquidiario lleno de estas hermosas flores de diferentes colores.

Terminamos el día visitando el Drago Milenario en Icod de los Vinos y dando una vuelta por el Puerto de la Cruz.

Para poder pasar un día de sol y calor nos fuimos al sur de la isla a contemplar los acantilados Los Gigantes. Allí nos acompaño un magnífico día típico de estas islas y que todos esperamos encontrar cuando vamos a Canarias. Unas paredes rocosas de unos quinientos metros de altura contemplan las aguas del océano Atlántico y a sus pies una bonita playa de arena negra.

De regreso a 30 Km. de Los Gigantes encontramos la playa de los Cristianos. Una magnifica playa de 400 metros de longitud de arena dorada.  Estaba llena de turistas bañándose y tomando el sol. Un bonito paseo lleno de rampas facilita el acceso a la playa. Los Cristianos era un pueblo pesquero con un pequeño puerto y hoy día esta lleno de barcos de recreo. Desde este puerto salen transbordadores que en dos horas llegan a San Sebastián de la Gomera y en seis a la isla del Hierro.

Una excursión obligatoria para todo el que visite Tenerife es el Parque Nacional las Cañadas. Por encima de los 2.000 metros los árboles van desapareciendo por completo, tan solo matorrales y retamas sobreviven a estas alturas. Extrañas formaciones de lava petrificada esparcidas por todo el valle dan el resultado de un paisaje lunar.

El Teide tiene una altura de 3.718 metros. Tuvimos la suerte de subir a la cima sin ningún problema la primera vez que visitamos las islas hace 37 años. Recordamos las pequeñas fumarolas que encontramos a medida que subíamos y el intenso olor a azufre. Fue una experiencia inolvidable.