El Delta de l' Ebre

Una vuelta por el Delta de l' Ebre nos ofrece un marco de naturaleza incomparable, único y singular. Con sus 320km. cuadrados de superficie, constituye el hábitat acuático más extenso de las tierras catalanas y representa un enclave de vital importancia dentro de las zonas húmedas de la Mediterránea. Las lagunas se han originado como consecuencia directa de la propia dinámica evolutiva del Delta. La mayor parte se formó por el aislamiento de grandes masas de agua marina progresivamente rodeadas por barras y cordones de arena.

La primera aproximación al río Ebro fue en Amposta, la capital de la comarca del Montsià en la provincia de Tarragona y desde allí empezamos nuestra ruta por el Delta de l'Ebre. Al llegar a Amposta, lo primero que se divisa es el magnífico puente colgante que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. La construcción comenzó el año 1915 y se terminó en 1919, fue proyectado por José Eugenio Ribera. Tiene una longitud de 135 metros en su totalidad y las dos torres miden 24 metros de altura. La inauguración se llevó a cabo en 1921 y las comunicaciones mejoraron notablemente al ser el primer paso permanente para cruzar el río Ebro en su tramo inferior.

En la orilla derecha del río se encuentran los restos de un castillo de la época medieval y junto a ellos, otros restos testimonio de actividades industriales edificados a partir del siglo XVIII. En las calles de Amposta se puede encontrar varios edificios modernistas construidos a principio del siglo XX.

Nos dirigimos por la carretera N-340 y pronto empezamos a ver los campos de arroz anegados por el agua. A finales de abril se inundan los campos con el agua de los canales y las panorámicas son preciosas. Las tierras preparadas para el cultivo del arroz son completamente planas y se llenan con pocos centímetros de agua que facilitan la plantación.

Llegamos hasta la barraca-punto de información y frente a ella se halla la Casa de Fusta donde hay una exposición permanente de las lagunas del Delta que nosotros encontramos cerrada. Desde allí se puede contemplar la laguna de la Encañisada. Con una superficie de 1.192 hectáreas es la laguna más grande del Delta. Siguiendo por un camino asfaltado nos acercamos a la laguna de la Tancada, un lugar para observar algunos flamencos. Otra laguna bonita a contemplar es la de Els Calaixos desde donde se divisa el mar

Para realizar un recorrido en barca por la desembocadura del río, es necesario llegar a la urbanización Riumar que se encuentra a 13 Km. de Deltebre. Hay dos recorridos a elegir, ir hasta el Mar o recorrer el canal de Migjorn. Este último es una antigua desembocadura del Ebro que en la actualidad solo desemboca al mar cuando el caudal del río es muy grande. El Migjorn rodea la Isla de Buda y frente a ella la barca hace una parada para subir al mirador más alto del parque y contemplar una bonita panorámica de la isla de Buda, la laguna de la Alfacada y la proximidad del mar.

Regresamos a la población de Deltebre y siguiendo la carretera llegamos hasta la playa de la Marquesa donde hay que dejar el coche si se quiere dar un largo paseo por la playa del Fangar. Siguiendo la orilla izquierda de la playa llegamos hasta La Punta del Fangar. El recorrido hasta el faro es un inmenso arenal, el aspecto desértico y las formaciones de dunas convierten esta zona en una de las más insólitas de Cataluña. Hay dos tipos de dunas, unas fijas con vegetación y otras de móviles. Aproximadamente son ocho kilómetros de paseo hasta el faro

La visita al Delta de l' Ebre es una magnifica propuesta para un fin de semana. Los amantes de la bicicleta tienen gran variedad de rutas señalizadas. En primavera y otoño es aconsejable llevar prismáticos para observar la diversidad de aves migratorias procedentes del norte de Europa y también autóctonas del país. El Delta de l' Ebre nos ofrece interesantes lugares para pernoctar y una riqueza gastronómica que hace la delicia de nuestro paladar.